martes, 21 de agosto de 2012

Dripping


...Dripping...

Pequeñas lágrimas prístinas caían lenta y dolorosamente de los cristales mientras la respiración de lo que bien podría haber sido un millón de personas se condensaba pesadamente desde un aire denso de masa vizcosa sofocante y perversa que inevitablemente se forma como respuesta a la aglomeración de personas que aunque no lo sabían –lo sospechaban- compartían la misma meta bajo diferentes ideales diferentes miradas diferentes vidas como quien se haya perdido y se busca y se encuentra en un mapa pobre con letras pobres y lugares pobres creyendo fielmente que lo que ve en el mapa es real y lo que ve en realidad no es más que una vil mentira tejida para confundir su mente descarriada que busca un camino para hayarse a sí misma Mas parece imposible o más bien increíble que todas estas personas se crean iguales a mí a nosotros incluso siendo que solo comparten y por las coincidencias de la vida –cruel destino de avatares indecifrables- un sueño efímero de despertares asépticos y flujos laminares que no reconocen ni valoran por lo que en realidad significan Pero no no es por ellos que mi mente se diluye y se deja caer gota por gota como las mismas lagrimas humanas de los cristales vibrantes de la máquina imponente que transporta al gentía NO Cae mi mente por culpa de esos ojos que me miran que me observan desde más allá de los parpados pesados que espero que despierten pero que no quiero que se abran pues cuanto más lo pienso más me atrae su belleza en duermevela quisiera poder retratar este momento más las pinceladas que pudiese dar sería arrojar barro sobre una perfección que asemeja al lienzo blanco y núbil NO una fotografía sería igual de injusta y sólo me queda disfrutar del claro de calma y amparo que generas a mi lado mientras a nuestro alrededor se acumula el olor de cuarenta cuerpos ajenos que no son capaces de oponerse al goteo gota por gota de una silenciosa y mortífera amiga que va de mis venas a las tuyas y de las tuyas a las mías por una vía un catéter invisible de conexiones etéreas que nos inyecta la vida un goteo de ENDORFINAS y DOPAMINAS –y quizás que otras INAS- que nos permiten gozar cada minuto de este sofocante y abrasador rincón de cielo y mirar el rostro de los cristales sacudir sus lágrimas con el dorso de la mano y disfrutar del paisaje triste del progreso preguntándonos sin poder evitarlo quién irá más rápido si el bus o nosotros.